Transgresión es una introspección del sujeto y su corporalidad desde la intimidad del repensar la propia identidad.
Se reflexiona, desde una perspectiva trans AMAN (asignade mujer al nacer), la compleja, y en ocasiones conflictiva, relación que se crea con el cuerpo en general y con el pecho en particular. Partiendo de esta experiencia encarnada, la identidad toma una corporalidad que presentamos ante la sociedad.
La visión binaria del género y la dicotomía hombre-masculinidad y mujer-feminidad crean límites muy marcados en los que permanecer. Cuando los cuerpos no habitan bajo esas normas son vistos como fracasados o abyectos, razón por la que en ocasiones esto se traduce en la pulsión de torturar, aplastar o arrancar el pecho.
Transgresión, 2021.
Pieza inédita.
Latón, fundición experimental por técnica de chorreo.
Las manos comprimen el pecho llevando a cabo una acción que lo deforma y transforma, cambiando así su significado. Sin embargo, existe también una perspectiva afectiva que se opone a arrancarlo, congelándose en la acción. Así, coexisten estas dos maneras de ser, habitar y encarnar el cuerpo.
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